Currículo: esta unidad y la siguiente (Unidad 6) cubren todos los contenidos del Bloque 3 – Datos masivos, ciberseguridad e inteligencia artificial. Además, se evalúan los criterios 3.7 (Comprender los principios básicos de funcionamiento de los agentes inteligentes y de las técnicas de aprendizaje automático), 3.8 (Conocer el impacto de la Inteligencia Artificial en nuestra sociedad, y las posibilidades que ofrece para mejorar nuestra comprensión del mundo) y 3.9 (Ser capaz de construir una aplicación sencilla que incorpore alguna funcionalidad enmarcada dentro de la Inteligencia Artificial).
En esta primera unidad cubriremos los primeros conceptos indicados en el currículo, y el resto de desarrollarán en la última unidad, a la que sumaremos otros contenidos de enorme interés para acercarnos al actual estado del arte.
Tabla de contenidos
- 5.1. ¿Qué es la IA? Conceptos básicos y ejemplos cotidianos
- 5.2. Breve historia de la IA
- 5.3. El test de Turing: ¿Pueden las máquinas pensar?
- 5.4. Aplicaciones de la IA: Cambiando nuestras vidas
- 5.5. Impacto de la IA en la sociedad: beneficios y desafíos
- 5.6. Ética y responsabilidad social en los algoritmos de inteligencia artificial
- 5.7. Agentes inteligentes simples en la IA
5.1. ¿Qué es la IA? Conceptos básicos y ejemplos cotidianos
Definición
La Inteligencia Artificial, también conocida como IA (AI en inglés), es el campo de estudio que se enfoca en crear programas y sistemas informáticos capaces de realizar tareas que, normalmente, requieren inteligencia humana. Estas tareas pueden incluir aprender de la experiencia, comprender el lenguaje, resolver problemas, reconocer patrones y adaptarse a situaciones nuevas o desconocidas. La IA nos permite desarrollar tecnologías y aplicaciones que facilitan nuestras vidas, desde asistentes virtuales en nuestros dispositivos móviles hasta robots que nos ayudan en el hogar o en entornos laborales.
A veces, al abordar la discusión sobre qué es la IA, muchas personas tienen a pensar en las IA como una copia exacta de la inteligencia humana. Sin embargo, esto no es necesariamente así. Consideremos los siguientes aspectos:
Inspiración en la inteligencia humana y animal
- La IA se basa en la observación y el estudio de cómo los seres humanos y animales procesan información, aprenden, toman decisiones y se adaptan a su entorno. Los investigadores de IA han analizado aspectos como la percepción sensorial, el razonamiento, la memoria y la resolución de problemas para desarrollar algoritmos y sistemas que puedan imitar estas capacidades en ordenadores.
- Por ejemplo, en el aprendizaje automático, un subcampo de la IA, se han desarrollado algoritmos que imitan la forma en que las redes neuronales del cerebro humano aprenden y procesan información.

Diferencias entre la IA y la inteligencia humana y animal
- A pesar de que la IA se inspira en la inteligencia biológica, existen diferencias significativas en cómo funcionan los sistemas de IA y los cerebros humanos y animales. Por ejemplo, los sistemas de IA suelen ser más rápidos y precisos en tareas específicas, como el análisis de grandes cantidades de datos o el reconocimiento de patrones, pero pueden tener dificultades para adaptarse a situaciones nuevas o para comprender el contexto y las emociones humanas.
- Además, mientras que la inteligencia humana y animal es un proceso orgánico y biológico, la IA se basa en algoritmos, programas y hardware diseñados por seres humanos. Esto significa que la IA, en última instancia, está limitada por las capacidades y el conocimiento de sus creadores y por las limitaciones tecnológicas actuales.
- La IA también carece de la experiencia subjetiva y la conciencia que tienen los seres humanos y animales. Por lo tanto, aunque la IA pueda simular ciertos aspectos de la inteligencia biológica, no tiene sentimientos, deseos o emociones propias.
Tipos de IA
IA débil o específica: sistemas diseñados para realizar una tarea específica, como reconocimiento de voz o recomendaciones de productos. No poseen conciencia ni entendimiento general. Ejemplo: cualquiera de las que han sorprendido a todos este último año.

IA fuerte o general: sistemas hipotéticos que poseen un entendimiento general y la capacidad de aprender y realizar cualquier tarea intelectual que un ser humano pueda hacer. No existen en la actualidad. Ejemplo: el robot de la película Yo, robot.

Ejemplos de IA en la vida cotidiana
- Asistentes virtuales, como Siri, Google Assistant y Alexa: ayudan a los usuarios a buscar información, programar recordatorios, enviar mensajes y controlar dispositivos electrónicos.
- Recomendaciones en plataformas de música y vídeo, como Spotify y Netflix: sugieren contenido basado en los gustos y preferencias del usuario, mediante el análisis de patrones de comportamiento y preferencias similares de otros usuarios.
- Autocorrección y predicción de palabras en teclados de dispositivos móviles: aprenden de las palabras que el usuario escribe con frecuencia y sugieren correcciones o palabras siguientes para facilitar la escritura.
- Juegos de ordenador y consola con IA: personajes no jugadores (NPC) que simulan comportamiento y toman decisiones para interactuar con el jugador y adaptarse a sus acciones.
- Filtros de correo no deseado: sistemas que aprenden a identificar y bloquear correos electrónicos no deseados o spam, basándose en patrones y palabras clave.

Actividad práctica: Identificar ejemplos de IA en tu vida diaria. Comparte ejemplos de cómo utilizas o experimentas la IA en tu vida diaria. Anota y discute los ejemplos en el aula con tus compañeros para fomentar la comprensión y el interés en el tema.
5.2. Breve historia de la IA
Orígenes (siglos XVII-XIX):
- El concepto de crear máquinas que puedan pensar y actuar como seres humanos se remonta a la antigüedad, con mitos y leyendas sobre autómatas y seres artificiales.
- En el siglo XVII, el filósofo y matemático René Descartes sugirió que el cuerpo humano funcionaba como una máquina y que era posible construir máquinas que imiten el comportamiento humano.
- A mediados del siglo XIX, el matemático inglés George Boole desarrolló la lógica booleana, un sistema de álgebra que se convirtió en la base de la lógica de los ordenadores modernos.
Primeros pasos (siglo XX):
- En 1950, el matemático y científico de la computación Alan Turing publicó su artículo “Computing Machinery and Intelligence“, en el que propuso el Test de Turing, un método para determinar si una máquina puede pensar o no.
- En 1956, se celebró la Conferencia de Dartmouth, organizada por John McCarthy, Marvin Minsky, Nathaniel Rochester y Claude Shannon. Esta conferencia marcó el nacimiento oficial de la IA como campo de estudio.

Primeras investigaciones (años 60-70):
- Durante esta época, se crearon los primeros programas de IA, como el General Problem Solver (Solucionador General de Problemas) de Allen Newell y Herbert A. Simon, y ELIZA de Joseph Weizenbaum, que simulaba una conversación con un terapeuta.
- En los años 70, se desarrollaron los primeros sistemas expertos, que eran programas diseñados para emular el conocimiento y el razonamiento de un experto humano en un área específica.
Redes neuronales y aprendizaje automático (años 80-90):
- En esta década, se realizaron avances significativos en el aprendizaje automático y las redes neuronales artificiales, que imitan la forma en que el cerebro humano procesa información.
- En 1997, el programa de ajedrez Deep Blue de IBM derrotó al campeón mundial Garry Kasparov, demostrando el potencial de la IA para superar a los humanos en tareas intelectuales específicas.

Avances recientes (siglo XXI):
- La IA ha experimentado un rápido avance en las últimas dos décadas, impulsada por el aumento en la potencia de cómputo, el acceso a grandes cantidades de datos y la mejora en los algoritmos de aprendizaje automático.
- Ejemplos destacados incluyen el asistente virtual Siri de Apple, el sistema de recomendación de Netflix, el coche autónomo de Tesla, el programa AlphaGo de DeepMind (que derrotó al campeón mundial de Go en 2016) y más recientemente la enorme explosión de aplicaciones que han surgido tras la liberación de ChatGPT por parte de OpenAI, como Midjourney o StableDiffusion.

A lo largo de la historia, la Inteligencia Artificial ha evolucionado desde un concepto filosófico hasta una ciencia aplicada con impacto en muchas áreas de nuestras vidas. Con los avances tecnológicos y la creciente comprensión de la inteligencia humana y animal, la IA seguirá siendo un campo de estudio emocionante y de rápido crecimiento en el futuro, tal y como ya lo está siendo actualmente.
5.3. El test de Turing: ¿Pueden las máquinas pensar?
El Test de Turing es un experimento propuesto en 1950 por el matemático y científico de la computación británico Alan Turing. Turing, considerado uno de los padres de la informática moderna, se planteó la pregunta: “¿Pueden las máquinas pensar?“.

Para responder a esta pregunta, diseñó un experimento que, en lugar de determinar directamente si una máquina puede pensar, se centra en evaluar si una máquina puede imitar el comportamiento humano lo suficiente como para engañar a un observador humano.
El Test de Turing funciona de la siguiente manera: un juez humano interactúa con dos participantes, uno humano y uno máquina, mediante una interfaz de texto en la que no puede ver ni escuchar a los participantes. El juez hace preguntas y recibe respuestas, sin saber cuál de los participantes es humano y cuál es la máquina. Si después de un tiempo determinado, el juez no puede distinguir con certeza quién es el humano y quién es la máquina, entonces la máquina pasa el Test de Turing. En otras palabras, la máquina demuestra que puede imitar el comportamiento humano lo suficientemente bien como para ser indistinguible de una persona real en una conversación.

El Test de Turing ha sido objeto de debate y controversia desde su propuesta. Algunos argumentan que pasar el Test de Turing no es suficiente para demostrar que una máquina realmente “piensa” o posee inteligencia similar a la humana, mientras que otros sostienen que imitar el comportamiento humano es lo mejor que podemos esperar de una máquina y que, por lo tanto, pasar el test es un logro significativo en el campo de la IA.
A lo largo de las décadas, se han desarrollado varios programas informáticos que han intentado pasar el Test de Turing. Un ejemplo famoso es ELIZA, un programa creado por Joseph Weizenbaum en los años 60, que simulaba una conversación con un terapeuta. Aunque ELIZA fue capaz de engañar a algunas personas en conversaciones limitadas, no pasó el Test de Turing en su totalidad, ya que carecía de la capacidad de comprender realmente el significado detrás de las palabras y responder de manera adecuada y coherente a todas las preguntas.
A medida que la IA ha avanzado, los sistemas de chat y asistentes virtuales han mejorado considerablemente, pero aún no hay consenso sobre si alguna máquina ha pasado o no el Test de Turing. Independientemente de si se considera que el Test de Turing es una medida adecuada de la inteligencia de una máquina, sigue siendo un experimento interesante y un punto de referencia en la historia de la IA. Además, el Test de Turing ha inspirado a investigadores y desarrolladores a crear sistemas de IA cada vez más avanzados y humanos en su capacidad para comunicarse e interactuar con nosotros.
5.4. Aplicaciones de la IA: Cambiando nuestras vidas
La Inteligencia Artificial (IA) ha experimentado un rápido desarrollo en las últimas décadas, y sus aplicaciones han comenzado a transformar nuestras vidas en diversos aspectos. Desde nuestros teléfonos móviles hasta la medicina, la IA ha demostrado ser una herramienta valiosa y versátil que ha mejorado nuestra calidad de vida y ha impulsado la innovación en múltiples campos. Veamos algunas de las aplicaciones más destacadas de la IA en la actualidad.
- Asistentes virtuales y chatbots: Los asistentes virtuales, como Siri de Apple, Alexa de Amazon y el Asistente de Google, son programas de IA que nos ayudan en nuestras tareas diarias. Pueden responder a nuestras preguntas, organizar nuestros calendarios, hacer llamadas telefónicas y controlar nuestros dispositivos electrónicos. Los chatbots, por otro lado, son sistemas de IA que simulan conversaciones con los usuarios y se utilizan en aplicaciones de mensajería, sitios web y plataformas de atención al cliente.
- Reconocimiento de voz e imágenes: La IA también se utiliza para reconocer patrones en datos visuales y de audio. El reconocimiento de voz permite a las máquinas transcribir y comprender el lenguaje humano, lo que facilita la interacción con dispositivos electrónicos y aplicaciones. El reconocimiento de imágenes, por su parte, permite a las máquinas identificar objetos, personas y lugares en imágenes y vídeos, y se utiliza en aplicaciones como el etiquetado automático de fotos en redes sociales y la detección de defectos en la fabricación.
- Medicina y salud: La IA ha comenzado a revolucionar la medicina y el cuidado de la salud. Los sistemas de IA pueden analizar rápidamente grandes cantidades de datos médicos para ayudar a diagnosticar enfermedades, predecir resultados y personalizar tratamientos. También se utilizan en la investigación de nuevos medicamentos y en la creación de prótesis y dispositivos médicos avanzados.
- Automóviles autónomos: Los vehículos autónomos, que utilizan la IA para navegar y tomar decisiones en tiempo real, están cambiando la forma en que nos movemos y transportamos. Aunque todavía se encuentran en desarrollo, se espera que los coches autónomos reduzcan los accidentes de tráfico, mejoren la eficiencia del transporte y aumenten la accesibilidad para personas con discapacidades.
- Entretenimiento y videojuegos: La IA se utiliza en la industria del entretenimiento para crear personajes y escenarios más realistas en videojuegos, así como para personalizar las recomendaciones de películas, series y música en plataformas de streaming como Netflix y Spotify.

Estas aplicaciones son solo una muestra de cómo la IA está impactando nuestras vidas y cambiando la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea. A medida que la tecnología avanza, es probable que veamos aún más aplicaciones de la IA en áreas como la educación, la energía y el medio ambiente, lo que nos permitirá enfrentar desafíos globales y mejorar la calidad de vida de las personas en todo el mundo.
Actividad práctica: investiga a través de Internet y localiza una solución comercial de cada uno de estos 8 tipos de IA (asistente virtual, chatbot, reconocimiento de voz, reconocimiento de imágenes, medicina y/o salud, movilidad autónoma, entretenimiento y videojuegos). Diseña una tabla con 3 columnas donde incluyas el nombre de la IA, una descripción de qué es lo que hace y un enlace a su web.
5.5. Impacto de la IA en la sociedad: beneficios y desafíos
La Inteligencia Artificial (IA) se ha integrado en múltiples aspectos de nuestras vidas y quizás lo haya hecho tan rápido que no hemos tenido tiempo siquiera de digerir su impacto. Mientras que la IA ha proporcionado numerosos beneficios y mejoras en la calidad de vida, también ha planteado desafíos y preocupaciones en cuanto a su impacto en la sociedad. Repasemos algunas de las vertientes positivas y negativas de su impacto.
Impacto positivo
- Eficiencia y productividad: La IA ha permitido mejorar la eficiencia y la productividad en diversos sectores, como la industria, la medicina y la agricultura. Al automatizar tareas repetitivas y analizar grandes volúmenes de datos, la IA puede aumentar la velocidad y la precisión de los procesos, lo que a su vez puede conducir a una mayor innovación y crecimiento económico.
- Personalización y comodidad: La IA nos ofrece experiencias más personalizadas y cómodas en nuestras vidas diarias. Los asistentes virtuales, las recomendaciones personalizadas en plataformas de streaming y las aplicaciones de aprendizaje adaptativo son ejemplos de cómo la IA puede mejorar nuestra calidad de vida al adaptarse a nuestras necesidades individuales.
- Avances médicos: La IA ha tenido un impacto significativo en la medicina y la atención médica, permitiendo diagnósticos más rápidos y precisos, tratamientos personalizados y una investigación más eficiente de nuevos medicamentos y terapias. Esto puede mejorar la calidad de la atención médica y potencialmente salvar vidas.
Impacto negativo
- Desempleo y desigualdad: La automatización de empleos mediante la IA plantea preocupaciones sobre el desempleo y la desigualdad económica. A medida que las máquinas reemplazan a los trabajadores humanos en ciertas industrias, los empleados pueden perder sus empleos, lo que puede aumentar la brecha entre los trabajadores cualificados y los no cualificados.
- Privacidad y seguridad: La IA depende en gran medida del análisis de grandes volúmenes de datos, lo que puede generar preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de la información personal. El uso indebido de la IA en la vigilancia y el reconocimiento facial también puede tener implicaciones negativas en la privacidad y los derechos civiles.
- Sesgo y discriminación: Los algoritmos de IA pueden perpetuar y amplificar sesgos y discriminación si se entrenan con datos sesgados. Esto puede llevar a decisiones injustas en áreas como la contratación, la atención médica y la justicia penal.
En resumen, la IA tiene el potencial de mejorar nuestra calidad de vida y fomentar la innovación en múltiples sectores. Sin embargo, también plantea desafíos y preocupaciones en cuanto a su impacto en la sociedad. Para garantizar que la IA beneficie a todos, es crucial abordar estos desafíos y desarrollar políticas y regulaciones adecuadas que fomenten un uso responsable y ético de la IA.
5.6. Ética y responsabilidad social en los algoritmos de inteligencia artificial
En nuestra sociedad actual, la Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una herramienta esencial y omnipresente en diversas áreas. Sin embargo, su creciente influencia también ha puesto de manifiesto la importancia de abordar cuestiones éticas y de responsabilidad social en el diseño y la implementación de algoritmos de IA. A continuación, analizamos cómo podemos garantizar un uso justo y responsable de esta tecnología.
Justicia y equidad en la IA
Uno de los principales desafíos éticos en la IA es garantizar que los algoritmos sean justos y equitativos en su funcionamiento. Cuando los algoritmos de IA se entrenan con datos sesgados o discriminatorios, pueden perpetuar y amplificar la discriminación y la desigualdad en sus resultados. Por ejemplo, un algoritmo de contratación que utiliza datos históricos de empleo puede discriminar a ciertos grupos de candidatos si estos datos reflejan sesgos de género o raciales en las prácticas de contratación pasadas.
Para abordar este desafío, es fundamental garantizar que los algoritmos de IA se diseñen y se implementen teniendo en cuenta la equidad y la justicia desde el principio. Esto puede incluir la selección de datos de entrenamiento representativos y la evaluación constante de los algoritmos para identificar y corregir sesgos potenciales.
Privacidad y consentimiento
La privacidad y el consentimiento también son cuestiones éticas importantes en la IA, ya que muchos algoritmos requieren acceso a grandes volúmenes de datos personales para funcionar de manera efectiva. Los algoritmos de IA deben diseñarse para proteger la privacidad de los usuarios y obtener su consentimiento antes de utilizar sus datos.
Esto puede incluir el uso de técnicas de privacidad, como el aprendizaje federado o la encriptación homomórfica, que permiten a los algoritmos de IA aprender de los datos sin tener acceso directo a la información personal. Además, las políticas de privacidad y las prácticas de consentimiento informado deben ser transparentes y accesibles para los usuarios.
Transparencia y explicabilidad
La transparencia y la explicabilidad son esenciales para garantizar que los algoritmos de IA sean éticos y socialmente responsables. Los usuarios y las partes interesadas deben ser capaces de comprender cómo funcionan los algoritmos y cómo toman decisiones, especialmente en áreas críticas como la atención médica, la justicia penal y la contratación.
Para lograr esto, los investigadores y los desarrolladores deben esforzarse por crear algoritmos de IA que sean interpretables y explicables, y las organizaciones deben ser transparentes en cuanto a sus prácticas de uso de la IA. Además, puede ser útil implementar auditorías y revisiones externas de algoritmos de IA para garantizar la transparencia y la responsabilidad.
Responsabilidad y regulación
Finalmente, es crucial establecer una responsabilidad clara y una regulación adecuada para garantizar que los algoritmos de IA se utilicen de manera ética y responsable. Esto puede incluir la creación de marcos regulatorios que aborden los desafíos éticos específicos de la IA y establezcan directrices claras para las empresas y los desarrolladores que implementan estos algoritmos.
La responsabilidad en la IA puede ser compleja, ya que las decisiones tomadas por los algoritmos pueden ser difíciles de atribuir a una sola entidad o individuo. Para abordar este problema, es esencial desarrollar sistemas de responsabilidad que asignen responsabilidades a las partes apropiadas, como los desarrolladores, los proveedores de datos y los usuarios finales de los algoritmos de IA. Esto puede incluir la creación de normas legales y profesionales específicas para la IA y la promoción de la autorregulación dentro de la industria.
Además, la colaboración entre gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y la comunidad científica puede ser fundamental para establecer regulaciones efectivas y garantizar que la IA se desarrolle y se utilice de manera ética y responsable. La cooperación internacional también puede ser clave para abordar los desafíos éticos y de responsabilidad social a nivel global.
En resumen, la ética y la responsabilidad social en los algoritmos de Inteligencia Artificial son cuestiones cruciales que deben abordarse a medida que la tecnología se integra cada vez más en nuestras vidas. Para garantizar un uso justo y responsable de la IA, es fundamental abordar desafíos como la justicia, la privacidad, la transparencia y la responsabilidad, y trabajar juntos para establecer regulaciones y marcos de responsabilidad adecuados. Al hacerlo, podemos aprovechar el potencial de la IA para mejorar la sociedad y garantizar que sus beneficios sean compartidos equitativamente por todos.
5.7. Agentes inteligentes simples en la IA
La Inteligencia Artificial (IA) es un campo en constante evolución que abarca una amplia gama de tecnologías y enfoques. Entre estos, los agentes inteligentes simples desempeñan un papel fundamental en la introducción de conceptos básicos de IA y en la construcción de sistemas más avanzados. A continuación, exploraremos la naturaleza de los agentes inteligentes simples, sus características fundamentales y cómo se utilizan en aplicaciones prácticas.
¿Qué es un agente inteligente simple?
Un agente inteligente simple es una entidad autónoma que interactúa con su entorno y toma decisiones para lograr un objetivo específico. Estos agentes pueden ser programas de software o sistemas de hardware y, a pesar de su simplicidad, pueden desempeñar tareas efectivamente dentro de su ámbito de operación. Los agentes inteligentes simples no necesariamente poseen habilidades de aprendizaje profundo o capacidades cognitivas avanzadas, pero pueden adaptarse y reaccionar ante cambios en su entorno.
Características de los agentes inteligentes simples
Los agentes inteligentes simples comparten ciertas características clave que les permiten funcionar de manera efectiva en sus respectivos dominios:
- Percepción: Los agentes inteligentes simples tienen la capacidad de percibir su entorno mediante sensores o entradas de datos. Estas percepciones pueden ser simples, como la lectura de un valor numérico, o más complejas, como el análisis de una imagen.
- Acción: Los agentes inteligentes simples pueden llevar a cabo acciones en su entorno para lograr sus objetivos. Estas acciones pueden ser directas, como mover un objeto físico, o indirectas, como realizar un cálculo o emitir una señal.
- Adaptabilidad: Aunque los agentes inteligentes simples pueden no ser capaces de aprender de la misma manera que los sistemas de IA más avanzados, sí pueden adaptarse a cambios en su entorno y modificar su comportamiento en consecuencia.
Aplicaciones prácticas de agentes inteligentes simples
A pesar de su simplicidad, los agentes inteligentes simples pueden desempeñar un papel valioso en diversas aplicaciones prácticas:
- Robótica: Los robots simples, como los aspiradores autónomos, utilizan agentes inteligentes simples para navegar por su entorno y realizar tareas específicas, como la limpieza de superficies.
- Sistemas de recomendación: Los agentes inteligentes simples pueden utilizarse en sistemas de recomendación básicos, como sugerir productos o contenido en función de las preferencias de los usuarios.
- Juegos: Los agentes inteligentes simples pueden emplearse en el diseño de personajes no jugadores (NPC) en videojuegos, proporcionando comportamientos básicos y patrones de movimiento.
- Optimización y resolución de problemas: Los agentes inteligentes simples pueden ser utilizados en algoritmos de búsqueda y optimización, para resolver problemas y encontrar soluciones óptimas.

En conclusión, los agentes inteligentes simples son un componente esencial en el estudio de la Inteligencia Artificial, ya que proporcionan una introducción a conceptos fundamentales y permiten la construcción de sistemas más avanzados. A pesar de su simplicidad, estos agentes desempeñan un papel importante en una variedad de aplicaciones prácticas y demuestran cómo incluso las entidades autónomas básicas pueden interactuar y adaptarse a su entorno para lograr objetivos específicos. Al comprender y apreciar la importancia de los agentes inteligentes simples, estamos preparados para abordar conceptos y tecnologías más avanzadas de la siguiente, y última, unidad.