Hace unos días compartíamos impresiones en el instituto sobre las rarezas de algunas personas, tanto alumnos como profesores. El debate se centraba en aquellos tics o comportamientos no habituales que nos hacen especiales a cada uno de nosotros.
Inevitablemente me vino a la memoria un pequeño párrafo que escribí para una revista hace años y que ahora he actualizado en forma de hilo de Twitter comentando precisamente esto, aquellas características que hacen de JavaScript un lenguaje tan especial.